La oferta cada vez más descomunal de las plataformas digitales —HBO, Amazon, Netflix, Filmin y ‘tutti quanti’— ha provocado una competencia feroz y al mismo tiempo ha afinado los sentidos de los publicistas. Ya no basta con poner anuncios en los periódicos y pirulís, o traer a la actriz principal para que repita la misma respuesta en decenas de entrevistas de radio y tele. No, ahora las estrategias para que al final del día tu dedo acabe eligiendo tal película o tal serie deben ser personalizadas, como si detrás de la pantalla hubiera un hombrecillo que se dedica a catalogar tus gustos y hacerte propuestas seductoras. Este hombrecillo, claro, se llama algoritmo y a veces acierta, pero además quiere aparentar que te conoce como uno más de la familia. Cada plataforma tiene sus trucos de proximidad y de ahí esos ‘emails’ que proponen “seis series elegidas especialmente para ti”, o “un filme tropical para pasar este fin de semana gélido”, o “la nueva serie de aristócratas británicos que no sabías que querías ver”.
Mundo cinematográfico Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
¿Quién teme al algoritmo?
La agudeza de que hacen gala las plataformas para publicitar sus productos recuerda a ese momento clave de Hollywwod, el ‘pitching’
Escaparate de Filmin, con carteles alternativos de películas.
Lo más visto
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Una chimpancé acarrea con el cadáver de su cría desde hace meses en el Bioparc de Valencia