Por definición, las ciudades son espacios en constante transformación, el principal escenario de los cambios vertiginosos que vivimos. Por ello es imprescindible una planificación urbana capaz de avanzarse a su tiempo y adaptar las ciudades a las nuevas exigencias y necesidades de sus habitantes y, también, de su tejido económico. Así lo hizo Barcelona en el año 2000, con la puesta en marcha del 22@ por parte del alcalde socialista Joan Clos, una apuesta entonces audaz que transformó de manera radical la antigua zona industrial del Poblenou para convertirla en un distrito de la economía del conocimiento, dotando a esta parte de la ciudad de una nueva fisonomía. Y así lo hacemos ahora, de nuevo, culminando el proyecto 22@ con un renovado impulso para convertirlo en el distrito tecnológico de referencia mundial que destaque, además, por su mixtura de usos.