Memoria histórica Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Huyendo de la historia

Seguimos teniendo un problema con la historia, pero el aplauso de las barbaridades no parece el mejor camino para construir un relato que nos incluya a todos

Queipo de Llano, pasando revista a las tropas franquistas, en Sevilla, en julio de 1936.  / EFE

Ya sé qué se siente cuando eres el más viejo del lugar. Sentimiento lógico cuando en un grupo los treintañeros ostentan la mayoría absoluta. Era una reunión para apuntalar el futuro de la radio, pero el retrovisor del pasado siempre está ahí, agazapado. Y resultó que ese día se cumplían 85 años de La Desbandá, uno de los episodios más atroces de la guerra: miles de civiles masacrados por aviones y barcos del ejército golpista en la carretera de Málaga a Almería. El término “desbandá”, por cierto, lo acuñaron los atacantes para añadir escarnio a las víctimas; por eso mucha gente, entonces y ahora, prefiere “la huía”, que define sin ningún sesgo peyorativo el simple intento de salvar la vida. Sea como sea, una matanza en toda regla, un crimen de lesa humanidad.