Ser espectador casero de deportes es agotador. Después de las cinco horas largas del inolvidable partido de Rafa Nadal todavía me duele el brazo por tratar de ayudarle desde mi sillón a que él devolviera, desde el fondo de la pista, los trallazos que le enviaba el ruso. Y ahora, sin tiempo para reponerme de la tendinitis, comienzan las Olimpiadas de Invierno en China y ya me preparo para deslizarme a ritmo de vértigo por esas pistas heladas. Si Nadal me dejó el brazo dolorido, me asusta pensar ahora en esguinces o en una pierna rota...
Cita olímpica de Invierno Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
China: Juegos y prestigio
Pekín pretende aprovechar estos JJOO para enviar al mundo una imagen que demuestre la superioridad de su modelo sobre las democracias occidentales
El encendido del pebetero olímpico de Pekín-2022. /
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