Décima avenida

La gripalización ya está aquí

El devenir de la pandemia ha externalizado en la ciudadanía una parte importante de la gestión cotidiana

Una niña se somete a un test de antígenos en una farmacia de Barcelona. / JORDI COTRINA

A veces, la realidad cabe en un grupo de whatsapp. Estos días los chats de las escuelas son el vivo reflejo del impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos de la variante ómicron del coronavirus. Los mensajes informando de positivos en clase caen como aldabonazos uno detrás de otro. Padres y madres comparten frustración y estupor. Los protocolos no están claros (¿cómo van a estarlos, si cambian más que muta el virus?) y las direcciones de escuelas e institutos deben lidiar con un sistema colapsado.