Solidaridad Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

El mejor pesebre de Barcelona

El espíritu navideño de estas fiestas coronavíricas no está ni en el belén singular de la plaza de Sant Jaume, ni en las luces que iluminan la ciudad, el mejor espíritu navideño está en la parroquia de Santa Anna

Una mujer es atendida por dos sanitarias en la parroquia de Santa Anna de Barcelona, en noviembre de 2020. / Efe / Marta Perez

Último domingo antes de Navidad. Las tiendas están abiertas. A las diez y media de la mañana en la plaza de Catalunya ya hay movimiento. Ruido y tráfico. A pesar de los datos disparados del coronavirus se respira Navidad. Bajo por la Rambla, doblo por Santa Anna, hasta la parroquia, convertida desde 2017 en un singular hospital de campaña. Hay un chico en la puerta, le pregunto por Viqui, el alma de todo esto, conocida como la monja de la calle porque toda la vida se ha dedicado a cuidar de los invisibles y de los que lo pasan peor. El chico es uno de los jóvenes extranjeros que Viqui ha acogido, él mismo me dice que Viqui es su madre. El chico tiene un perro, a quien besa y abraza sin parar. Es el encargado de la puerta y uno de los voluntarios de la parroquia le pide que abra bien las rejas de la entrada. "¡Que se vea alegría!", le dice. En el claustro hay voluntarios ajetreados. Hoy hay fiesta en este sitio escondido en pleno kilómetro cero de Barcelona. Parece imposible que en el punto más turístico, comercial y cotizado de la ciudad haya un espacio para los pobres. Para los que no tienen nada. Durante el día pueden refugiarse aquí, comer, descansar y recibir atención médica y psicológica. Es un sitio de acogida para los que pasan la noche en la calle y no tienen nadie que les ayude. En la parroquia de Santa Anna se celebra el concierto de Navidad que pretende recaudar dinero para que todo esto siga funcionando. Coincide que también es el día en que toda Catalunya se vuelca en 'La Marató' que organiza TV-3. Aquí la solidaridad se ejerce más modestamente, pero se ejerce cada día.

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