De pequeña, la última cosa que quería en este mundo era que me viniera la regla. Qué pereza, qué asco, qué vergüenza, qué incomodidad. Finalmente me vino a los 15, por suerte, cuando ya me había relajado un poco con el tema. Aparte de la vergüenza que comporta menstruar en una sociedad donde es tabú, no sentía ningún dolor. Y pensaba que las chicas que se quejaban eran unas exageradas, que estaban poniendo excusas. Con los años, sin embargo, han ido apareciendo. Y no son graves, pero son molestos. Vivo en unos de los lugares más privilegiados del mundo para tener la regla y aun así continúa siendo un inconveniente, porque implica bajar el ritmo o directamente parar. Las reglas más plácidas de nuestras vidas fueron durante la pandemia, confinada en casa.
Salud Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Menstruarás con dolor
De nuevo, el puritanismo interponiéndose entre nosotras y nuestro bienestar. ¿Cómo puede ser escandaloso conocer el propio cuerpo?
Una mujer, en un supermercado de Barcelona. /
Temas
Lo más visto
- Yolanda Díaz insta a la patronal a pactar la reducción de la jornada "antes de verano" o legislará sin ella
- MAPA| Así se ha repartido la lluvia que cae desde el viernes en Catalunya
- El reembolso de Hacienda que miles de jubilados van a recibir si han cotizado estas fechas: así se solicita
- Cambio importante en los radares de la DGT: ahora saltarán a estas velocidades
- Hacienda advierte: el cambio en la declaración de la renta para los que cobran más de 35.200 euros