Debate público Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Financiación autonómica: más de lo mismo

La propuesta del Gobierno, basada en la despoblación y las necesidades de gasto de las comunidades, profundiza en las confusiones que rodean al sistema

El Gobierno envía su propuesta de financiación sobre la base de la población ajustada

El Gobierno español acaba de mover ficha para un nuevo sistema de financiación autonómica, caducado desde hace siete años. La propuesta presentada, y que tiene que incidir en el supuesto nuevo sistema, se elabora de momento en torno al concepto de población y despoblación y de las necesidades de gasto de las CC.AA. Y así profundiza, en mi opinión, en las confusiones que rodean a la financiación autonómica. Esto es lo que el propio director de Fedea, Ángel de la Fuente, ha denominado como un 'pequeño Frankenstein'. Este engendro proviene del juego de diferentes fondos y subfondos, que tienen vida propia y evolución errática, de forma que el resultado es hijo de muchas madres y no permite reconocer ninguna pauta robusta para aquello engendrado. Ahora, desde el mantenimiento de la unidad del régimen común, incapaz de aceptar un mínimo de diversidad autonómica con la excepción de los vascos, que ante todas las embestidas preservan sus privilegios, se 'inventa' un nuevo indicador. La población ajustada con variantes múltiples. Nótese que, al contrario de lo que algunos dicen, no se trata de una estimación refinada que hace la administración central de las necesidades de gasto de cada Comunidad. Simplemente, fija un nuevo criterio de reparto, sea cual sea la cantidad de recursos que el Gobierno central quiera distribuir en favor de las CC.AA. sobre base poblacional, que no tiene que ver con las necesidades de gasto autonómico. Tampoco es la población ajustada un indicador mejorado del coste relativo de proveer un mismo servicio (y menos todavía ‘uniforme’) sobre el territorio. En el mejor de los casos, será un indicador de la presión de la demanda que ejerce la población teórica, y no la real o efectiva. Ningún referente se tiene en cuenta, desde la oferta, de cuánto cuesta un mismo servicio sobre la geografía, dados sus precios relativos, y no hay ninguna noticia sobre mejorar la responsabilidad fiscal. Incluso en el supuesto que el esfuerzo de mostrar datos y manejo estadístico valiera como solución al intríngulis en que se encuentra la financiación territorial, justo es decir que todos, repito, todos los ajustes propuestos son discutibles. Ya verán, en la medida en que se conozcan sus efectos en los recursos de cada Comunidad, cómo saldrán expertos 'de bandera' con alegaciones que atacarán ya sea el cálculo, las ponderaciones o las definiciones de las variables, reclamando nuevos compromisos para preservar el 'statu quo'. Un viaje para no llegar a ninguna parte.