Interpretación Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Fuga de talentos

Los actores que tradicionalmente se dedicaban al teatro cada vez tienen más ofertas para el audiovisual y las artes escénicas son las que suelen salir perjudicadas en la elección

El actor José Sacristán, en una fotografía de archivo. EFE/Juan Herrero

Hace unos días el director de cine Alejandro Amenábar dijo en una entrevista que en el cine español había “cero paro” y, cómo no, en las redes se le tiraron encima. Tengo que confesarles que el director no decía ninguna mentira: actualmente es dificilísimo encontrar técnicos, equipo de producción o incluso director o directora para proyectos audiovisuales. Y eso, digan lo que digan los 'haters', es cierto. Seguro que habrá gente que no tenga trabajo y que se dedique al mundo del cine, pero les aseguro que un porcentaje altísimo de trabajadores del séptimo arte tienen la agenda llena hasta 2024. ¿Por qué? Primero, porque en España tenemos unos profesionales como la copa de un pino y, segundo, porque hay mucha producción audiovisual, tanto de ficción nacional como internacional que se rueda en nuestro país. Y eso es una gran noticia para el audiovisual español pero, por desgracia, repercute negativamente en el teatro. Los actores que tradicionalmente se dedicaban al teatro cada vez tienen más ofertas para el audiovisual y el teatro es el que suele salir perjudicado en la elección. Cierto es que hay actores que lo siguen priorizando, porque todavía quedan actores y actrices de pura cepa, de los que necesitan las tablas para sentirse vivos, para sentirse intérpretes y, sobre todo, para sentirse artistas. Pero, sinceramente, creo que cada vez son menos. Si tengo que juzgar por mi experiencia les diré que la mayoría escogen el audiovisual.