Funeral con ausencias destacadas Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Tocando fondo

La ausencia de quienes representan a todos los madrileños en las honras fúnebres por Almudena Grandes retrata el país lamentable -y peligroso- en que nos estamos convirtiendo

Entierro de la escritora Almudena Grandes. / David Castro

No sé si el título de esta columna resulta el más apropiado. Se supone que tocar fondo incluye el impulso que permite volver a la superficie, pero no veo que el descenso a las profundidades haya terminado. De hecho, hace ya bastante tiempo que dura esta inmersión colectiva en un mar de mierda, pero lo ocurrido en Madrid no puedo -ni quiero- anotarlo a título de inventario. Es más, creo que la ausencia del alcalde de la capital y de la presidenta de la Comunidad en las honras fúnebres por Almudena Grandes -además de su clamoroso silencio inicial- merecen capítulo aparte. Sé que a estas alturas el episodio ya engrosa el inagotable catálogo de escaramuzas verbales que jalonan diariamente la política, singularmente la madrileña; pero insisto: su significado es especial porque retrata el país lamentable -y peligroso- en que nos estamos convirtiendo. O nos están convirtiendo algunos. Creo que la irrupción de la ultraderecha y el seguidismo interesado de quienes presumían de moderados suponen la causa principal -no la única- de esta degradación; pero ni en eso voy a meterme. Lo mío es un lamento ciudadano ante quien no parece entender -o no querer saberlo- qué significa el decoro institucional y la higiene cívica. Ni dónde hay que apartar las barreras de la discrepancia para construir puentes de convivencia.