Mientras se encienden las luces de Navidad de un enorme árbol que podría ser un abeto, pero que, de hecho, es una estructura metálica en forma de árbol con bombillas incorporadas, mientras se celebra la fiesta que inaugura la iluminación de la ciudad, unos jóvenes activistas de Rebel•lió o Extinció suben por las irreales ramas del árbol ficticio y, a la manera de un Greenpeace casero, despliegan una pancarta que dice: “Reduzcamos el consumo, mejoremos la vida”. Bajo el árbol, los niños de una coral cantan villancicos. Al cabo de unos días, la estructura iluminada permanece y también permanece el cartel, como un grito de alerta para todos los curiosos que contemplan la decoración y se hacen fotos.
Pros y contras Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Las luces de Navidad y la pobreza energética
Hacen a la vez evidente el espejismo en el que vivimos, allí donde los niños cantan y los jóvenes protestan
La Rambla, vestida de Navidad, este sábado por la tarde. /
Temas
Lo más visto
- Adiós a otra tienda centenaria de Barcelona: "Cerraremos cuando agotemos las existencias"
- Los vecinos del bloque Venus perderán el realojo gratuito en La Mina si no renuncian a pedir indemnizaciones
- Las tres pruebas contra David, el hombre que cruzó Europa para matar a su mujer en Madrid
- El Ayuntamiento de Barcelona pone fin a la feria de payés de Sant Antoni a petición de los 'paradistas' del mercado
- Nuria Roca explica la ausencia de Gonzalo Miró en su programa: "Nos ha cambiado por una mochila"