Aunque los payasos fueran legión, difícilmente conseguirían arrancarme hoy una sonrisa. El dolor por la muerte de Stephen Sondheim es grande en la comunidad teatral de todo el mundo. Y yo no soy una excepción. Desirée Armfeldt, la protagonista de 'A little night music', pedía, imploraba, suplicaba la entrada de los payasos (Where are the clowns? There ought to be clowns. Send in the clowns) para amortiguar el dolor de su fracaso, vital y amoroso al tiempo, acudiendo a la costumbre circense de hacer entrar corriendo a la troupe de payasos para disimular con sus chanzas y ocurrencias cualquier estropicio o accidente inesperado. Así necesitaría yo ahora de un ejército de clowns para amortiguar la pena de la desaparición del genio.
Un revolucionario del musical Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Sondheim, genio
Stephen Sondheim /
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