Cada nueva crisis migratoria, Europa tiembla. La semana pasada fue la muerte de 27 personas. El sueño de dejar atrás un infierno acabó en el fondo de las gélidas aguas del Canal de la Mancha. Cada nueva crisis migratoria se vierten las responsabilidades en la proliferación de las mafias del tráfico humano, haciendo creer que tenemos un comodín para acabar con ellas, endureciendo su persecución y la represión en las fronteras marítimas. Si es tan sencillo ¿Por qué no hay resultados?