Presupuestos de la Generalitat Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

El escorpión y las ranas

Haría bien en recordar Pere Aragonès que ningún presidente ha salido indemne de su dependencia de la CUP

Pere Aragonès, en el Parlament. / ACN / RAFA GARRIDO

A pesar de que se ha repetido hasta la saciedad que el 'procés' ha muerto, la voluntad del gobierno de la Generalitat de seguir negociando los presupuestos con la CUP, un partido muy minoritario y con unas posiciones políticas muy alejadas de las de la mayoría de los catalanes, junto con su negativa a sentarse a dialogar al respecto con otros partidos como el PSC o els Comuns, que se han ofrecido, es muy ilustrativo de las dificultades que tienen los dirigentes independentistas para alejarse del marco mental procesista que ha dominado en los últimos años.  Ese que falsamente sostiene que la mayoría independentista tiene unos intereses compartidos de los que se deduce una estrategia conjunta a los que hay que subordinarlo todo y que tiene como consecuencia que cualquier intento de acuerdo que escape a esa lógica sea considerado como una traición y utilizado como arma arrojadiza.