Malestar global Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Protestas

Aunque se pueda disentir de sus objetivos, se deben proteger porque los derechos de expresión, reunión y manifestación son signos externos de la salud de un régimen democrático

Un activista se manifiesta ante las puertas de la Cumbre del Clima de Glasgow, este martes. / Valentina Raffio

Un estudio de la Fundación Friedrich Ebert y la Universidad de Columbia concluye que, entre 2006 y 2020, las protestas se han triplicado en el mundo desarrollado y también en los países donde prendió la Primavera Árabe, donde aún continúan en Argelia, Túnez o Sudán. Los argelinos llevan más de un año manifestándose los viernes y han conseguido la caída de Buteflika, pero todavía no la democracia que desean y que al parecer les sobra a los tunecinos, que salen a las calles a respaldar el semi-golpe de Estado dado por el propio presidente, mientras en Sudán a los manifestantes se les esfuman las posibilidades de que los militares devuelvan a los civiles el poder que les arrebataron hace un mes.