Estaba yo tan tranquilo viendo ganar a España en Grecia cuando de repente me asaltaron todos los miedos. Miedo a que nos empataran en una jugada estúpida y desgraciada, miedo a perder luego contra Suecia en la última jornada y miedo a caer en la repesca y quedar fuera del Mundial por primera vez en varias décadas. Pronto pasé también del miedo al pánico: pánico a que mi hijo se desenganchara del fútbol por la ausencia de España en el próximo Mundial. Estaba yo tan tranquilo hasta que me puse nervioso, quiero decir, sin poder evitarlo. Estaba yo tan tranquilo y me cogieron de la mano. Estaba yo tan tranquilo hasta que dejé de estarlo, por la tontería del fútbol, como tantas veces me ha pasado.
BARRACA Y TANGANA
Huida hacia delante
Si acepto todas las mierdas de la vida adulta sin quejarme, entonces por qué todavía sufro por el fútbol como si fuera 1993 y tuviera diez años
Koke trata de cortar un pase de Bouchalakis ante Gavi. /
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