Noviembre Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

El advenimiento de las naranjas

Me las mandan tan recién recolectadas que las frutas llegan ufanas, luciendo hojas verdes y tersas y oliendo a gloria. No se imaginan qué alegría cuando llegan las cajas

Cajón con naranjas y frutas en un mercado de Madrid. / David Castro

Hace unos días descubrí que las personas nos dividimos entre las que odian noviembre y las que lo amamos. Las primeras hablan de la falta de luz, del frío, de una especie de tristeza existencial que lo invade todo a partir de que cambiamos los relojes al horario invernal. Las segundas valoramos los colores otoñales, el final de los sofocos húmedos del verano —tan insoportable en la latitud que me toca habitar—, la querencia por las horas diurnas y por el calor del propio refugio.