Catalunya

Deslegitimando la Generalitat en nombre de la república

Puigdemont y sus independentistas hiperbólicos han descubierto que es mucho más fácil destruir las instituciones nacionales autonómicas que doblegar la voluntad de un Estado democrático

Carles Puigdemont en el Encuentro Internacional de Adifolk, en L’Alguer, el 25 de septiembre, tras su detención. / YARA NARDI (REUTERS)

El diseño de una Generalitat alternativa instalada en Waterloo avanza a buen ritmo, a cuenta de deslegitimar la Generalitat estatutaria. Este proceso no parece ser un problema para la mitad de la media Catalunya independentista, la mitad representada por Junts y la CUP, la que adora a Carles Puigdemont por su habilidad en mantener viva la imaginación y aborrece a ERC por su empeño en salvar los muebles de tantos años de despropósitos compartidos.