Algunos sectores de Barcelona no aceptaron ni entendieron que Ada Colau, la activista, se convirtiera en alcaldesa de la ciudad. No supieron (o quisieron) verlo venir, y no quisieron (o supieron) adaptarse a ello. Su ceguera quedó expuesta de forma casi impúdica en la contienda electoral del 2019, cuando hubo quien consideró una buena idea presentar a un exprimer ministro francés a calzón quitado como candidato de cierto establishment bajo la bandera de Ciutadans, un lote de lo más completo. El resto es historia para las facultades de Políticas, incluido ese cliffhanger perverso para los promotores de la jugada maestra que fue que Colau acabara repitiendo como alcaldesa gracias justamente al puñado de concejales de esa fracasada operación política.
Décima avenida
Colau en su búnker
Ser atacada de forma continua desde muchos foros no convierte en injusta toda crítica dirigida a la gestión de la alcaldesa
Ada Colau, durante el pleno municipal de julio pasado. /
Temas
Lo más visto
- Yolanda Díaz insta a la patronal a pactar la reducción de la jornada "antes de verano" o legislará sin ella
- Quién es Laura Menoyo y por qué era la visita más esperada para Daniel Sancho
- La Guardia Urbana rescata 14 gatos de un piso de Sant Martí
- Los Mossos alertan de este método de robo: "Antiguo pero recurrente"
- Retirados un 30% de anuncios de pisos de alquiler en Barcelona tras la regulación de la oferta de temporada