Aniversario del fin de la violencia de ETA Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

El último reducto del franquismo

ETA era el único símbolo que le quedaba a la dictadura después de Franco. Disuelta la banda, carece de sentido que se siga poniendo en valor desde algunos ámbitos políticos

El líder Vox, Santiago Abascal, junto al dirigente ultra en Catalunya, Ignacio Garriga. / EFE/ Andreu Dalmau

«ETA es el último símbolo del franquismo». La autoría de la frase se pierde en el tiempo, pero ya en los años del plomo, allá en los 80, el aserto se hizo viral sin necesidad de redes sociales. Se repetía en tertulias radiofónicas, artículos de fondo y programas de televisión, donde, desde múltiples argumentaciones, expertos especializados en la banda terrorista y el «problema vasco» razonaban -convincentes la mayoría- por qué la banda era a mediados de aquella década el último rescoldo de la dictadura. Superada la asonada golpista del 81, y con los militares controlados en sus cuarteles, en mitad del decenio habían desaparecido prácticamente las huellas que parecían indelebles en un país que comenzaba a superar el pasado y asentar, no ya la Transición, sino la democracia misma. Solo ETA perduraba.