Discriminación Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Género fluido: el futuro de la moda

Lo potente es sentirse niño, muy niño y querer llevar falda un martes cualquiera para ir al cole

’Billy Elliot’.

Una mujer puede ser astronauta, piloto de avión o presidenta del mundo si se lo propone. Este sentimiento cada vez lo tenemos más claro las mujeres jóvenes y las que no somos tan jóvenes. También podemos vestir con traje corbata o con chándal si nos apetece. Parece que somos libres de ser lo que queramos ser y lo tenemos muy interiorizado, desde hace ya bastante tiempo. Podemos pensar que hemos avanzado mucho y que antes las cosas eran diferentes por culpa de la educación machista, pero no es del todo así. En nuestro presente y por desgracia, hay cosas que parece que nunca cambian. Esas madres modernas que se permiten explorar y ser lo que quieran ser, siguen sin darle esa opción a sus hijos. Antes de nacer y conociendo el sexo del bebé, deciden cómo decorarán la habitación y qué ropa le pondrán. No les dan ni espacio ni tiempo para que piensen por sí solos. Luego crecen y si quieren jugar o experimentar con su estética, ni ellas ni la sociedad se lo permiten. Un niño con vestido será víctima de todas las miradas y comentarios absurdos como el típico: “Pareces una niña”. Como si ser niña fuera algo malo.