Estrategia de crispación Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Prisionero de la hipérbole

Tanto se esfuerza Casado para enfatizar lo mal que lo hace todo el Gobierno que sus exageraciones, lejos de ser un arma de persuasión, acaban pareciendo un simple desahogo

El líder del PP, Pablo Casado, durante su intervención en la mesa redonda ’Unidad nacional y Estado autonómico frente al nacionalismo’, el pasado 31 de agosto de 2021 en Barcelona. / EFE / QUIQUE GARCÍA

Dice Pablo Casado que la economía española está quebrada y que la Unión Europea tendrá que venir a rescatarla. Se supone que la Unión Europea lo tendrá que hacer de inmediato y algo después el PP, cuando gane las elecciones, porque ya es discurso habitual en ese partido decir que el PSOE, con su política de derroche, hunde la economía y el PP, más dado a los recortes, la saca del agujero. Lo malo de Casado es que ha optado por la vía de la exageración. Para él no existen los matices ni las medias tintas, así que en un momento de incertidumbre, sí, pero en el que, por ejemplo, disminuye el paro y aumenta la afiliación a la seguridad social, el líder popular se presta a asegurar sin rubor que estamos en quiebra.