Pros y contras Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

No solo Barcelona

Hemos salido de las guaridas de la pandemia como lobos hambrientos. Arrasando. Más iracundos. La contaminación nos asfixia. Y, aun así, hay alternativas

Acumulación de basuras en contenedores de Barcelona. / Ferran Nadeu

Barcelona está sucia. Devorada por el tráfico. Irascible… No hay nada falso en las acusaciones. Y, sin embargo, ¿es Barcelona una excepción? Basta asomarse al 'hashtag' #MadridEstáSucio para establecer un diálogo en la incomodidad. Si miramos más allá, la conversación se convierte en asamblea. IFOP (Instituto Francés de Opinión Publica) acaba de publicar un estudio: 8 de cada 10 habitantes de París consideran que la ciudad está “sucia”. En el Reino Unido de Boris Johnson la situación anda aún más desquiciada. Una encuesta ha desvelado que el 31% de los trabajadores de comercios ha sufrido abusos por parte de los clientes durante los últimos meses. Londres es la ciudad europea con mayores costes sanitarios por contaminación.