Polémica política Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Adiós, madre patria

Las palabras de Aznar sobre el presidente mexicano no son fruto de ningún delirio sino que se enmarcan en una estrategia muy calculada de sacar rédito electoral de la nostalgia imperialista y del racismo antiindígena

Pablo Casado y José María Aznar, el pasado enero, en los jardines de Villa Luisa de Sevilla. / Tarek / PP

José María Aznar fue la pasada semana el merecido protagonista de portada de 'La Jornada', uno de los principales periódicos mexicanos. Una caricatura gigante del expresidente vestido de Hitler, con una cruz gamada, y orejas de burro ocupaba su página principal. La viñeta era solo un ejemplo de la indignación mexicana a las palabras supremacistas de Aznar sobre el presidente de México y su defensa de los indígenas. A pesar de lo que piense Aznar, aupado por Vargas Llosa y toda la derecha extrema mediática que hacen ver que son del PP para no confesar que son de Vox, lo sustancial no son sus exabruptos de conquistador sino la reacción de los conquistados. Lo realmente trascendente es que reírse de los aztecas o los mayas, y sugerir que la civilización americana es fruto de la evangelización, como hizo el expresidente, es algo que la sociedad mexicana, peruana, argentina o colombiana ya no se traga, porque lo que se ha descompuesto es precisamente la idea de "madre patria" que defiende el autoproclamado descendiente de los colonizadores.