Catalunya Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Y a pesar de todo, la mesa (de diálogo) va

Primero debe construirse una cierta empatía y reconocimiento mutuo entre negociadores. Para posteriormente entrar en materia

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es recibido por la formación de gala de los Mossos d’Esquadra junto al ’president’, Pere Aragonès, este 15 de septiembre de 2021 antes de su reunión bilateral y de la mesa de diálogo sobre Catalunya, en el Palau de la Generalitat, en Barcelona. / Ferran Nadeu

Justo una semana después de la reunión de la mesa de diálogo, liderada por los presidentes del gobierno catalán y español, se producía la detención y posterior puesta en libertad de Carles Puigdemont en Cerdeña. Muchos se han preguntado sobre la afectación de este episodio en el trabajo iniciado días antes. De manera explícita parece que tanto Pedro Sánchez como Pere Aragonès, aunque con mensajes diversos, han querido preservar públicamente la vía de diálogo. En mi opinión lo que ha sucedido en la isla italiana podría no afectar la apuesta emprendida por ambos ejecutivos; es más, si Pere Aragonès y Pedro Sánchez saben jugar bien, podría verse esta vía reforzada. Me explico. Los hechos señalados han hecho emerger dos aprendizajes que, si se toma buena nota de ellos, pueden ayudar a falcar la mesa.