Ficción

Trabajar cansa, leer no

Un tercio de cada día lo entregamos a ganarnos el sustento y, sin embargo, qué poco presente suele estar en las novelas, en series y en películas

Fotograma de la serie ’Los Soprano’ / HBO

Ocho horas al día es lo habitual. También hay quien le dedica más y otros que menos. Están quienes lo han perdido o el que tienen es precario o insatisfactorio y encontrar otro es su principal ocupación. A eso hay que sumarle el desplazamiento desde casa. Si hay suerte y vivimos en una ciudad pequeña, quince minutos o media hora de ida y otros tantos de vuelta. Si es grande, bastante más. Me refiero al trabajo. Un tercio de cada día lo entregamos a ganarnos el sustento y, sin embargo, qué poco presente suele estar en las novelas, en series y en películas. Lo decía Belén Gopegui la semana pasada en la Feria del Libro de Madrid durante la presentación de su nueva novela 'Existiríamos el mar' (Literatura Random House) y lo señalaba Fernando Cembranos, psicólogo y sociólogo y presentador de la novela: los manuales de psicopatología y los libros de autoayuda rara vez hablan del trabajo. Hablan de la infancia, de la familia, de trastornos, desajustes, neurosis, obsesiones y frustraciones, pero entre las condiciones que los propician o los frenan no aluden a la faena que invade nuestro día y nuestros pensamientos. Se ocupan de ella los textos económicos y los programas electorales con sus propuestas y teorías para combatir el paro, pero de sus condiciones concretas, de sus dinámicas y su desarrollo cotidiano, tantas veces injusto o alienante, ni una palabra.