Siempre he pensado que, cuando pierda la capacidad de indignarme, me quedarán dos telediarios para palmarla. De momento constato que estoy vivo, y creo que con cuerda para rato, porque el otro día se me llevaban los demonios con el jolgorio por el premio que le dieron en Italia a Isabel Díaz Ayuso por su gestión de la pandemia. “Llama de la libertad” es el nombre del galardón que otorga el Instituto Bruno Leoni, un 'think tank' creado en honor de este filósofo y abogado, defensor a ultranza de la propiedad privada, el libre mercado y la no intervención del Estado. Nada tengo que objetar a este pensamiento, da igual que lo comparta o no; pero lo que me cabrea es toda la operación -de gran éxito, hay que reconocerlo- para asimilar los modos de la presidenta madrileña con el concepto de libertad.
Isabel Díaz Ayuso Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Libertad para indignarse
Me cabrea toda la operación -de gran éxito, hay que reconocerlo- para asimilar los modos de la presidenta madrileña con el concepto de libertad
Isabel Díaz Ayuso saluda a los simpatizantes del PP la noche de su victoria en las elecciones del 4 de mayo. /
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