El drástico encarecimiento actual de la factura eléctrica doméstica y empresarial en los países de la Unión Europea (UE) es una muestra palpable del elevado impacto económico en la vida cotidiana del plan verde europeo para frenar el cambio climático. El coste energético para los ciudadanos aún puede dispararse mucho más si se aprueba la propuesta de la Comisión Europea de penalizar el transporte por carretera y uso doméstico del gas para la cocina y la calefacción con el coste adicional de los permisos de emisión de dióxido de carbono (CO2), cuyo precio se ha duplicado desde enero. La verdadera magnitud del coste para el ciudadano de las medidas del paquete verde había sido soslayada por la Comisión Europea como algo que se podía sortear con ayudas puntuales, pese a los altos precios preexistentes de la electricidad.
En clave europea
La factura del plan climático europeo
La UE necesita una revisión a fondo de su formula de fijación de precios eléctricos para evitar un rechazo ciudadano al elevado coste de las medidas del plan verde
Las rebajas fiscales temporales y las ayudas sociales que están aprobando de urgencia los gobiernos europeos no serán suficiente
El comisario Frans Timmermans, durante una sesión en el Parlamento Europeo el pasado 14 de septiembre. /
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