Declive geopolítico Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Un mundo de mentiras. La gran falla que abrió el 11-S

Los atentados fueron una impugnación de nuestro modo de vida de quienes interpretan el islam más reaccionario como medida de todas las cosas y se cayó en la trampa de combatir el terrorismo con la guerra

Marines estadounidenses participan en una ceremonia en recuerdo a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York

Lo que se anunció a sangre y fuego el 11 de septiembre de 2001 fue un desafío que Occidente devoró hasta envenenarse de razón y de fuerza. Del mismo modo que las sofisticadas estructuras de las Torres Gemelas fueron capaces de tragarse aviones de pasajeros y seguir en pie, quienes idearon el ataque no solo hicieron realidad las fantasías de Hollywood que situaban en Nueva York el fin del mundo, sino que lo hicieron siguiendo un guion tan ingenioso como perverso. La función (con pistas simultáneas en el Pentágono y en una pradera de Pensilvania, aunque este segmento no estaba en los planes del director de escena, un profeta del mal llamado Osama bin Laden) empezó incrustando un avión de pasajeros contra un rascacielos que representaba el genio del comercio y la ingeniería de la primera potencia, techo además de la ciudad más mediática del mundo. Era la hora en que en el meridiano americano arrancaban los telediarios de la mañana, en el europeo los de la tarde, en el oriental los de la noche.