La tribuna

Mesa muerta de miedo

El pulso de Junts ya no es contra el Gobierno central sino contra ERC. Y es que los herederos de Convergència solo pueden digerir el neoautonomismo si ellos se llevan la parte del león

Jordi Puignerò y Pere Aragonès. / EFE / QUIQUE GARCÍA

Por mucho que formalmente se trate de la misma mesa presidida hace un año y medio por Pedro Sánchez y Quim Torra, el contexto es tan diferente que bien se puede considerar que nace de nuevo, aunque con serios problemas de parto. Si entonces Pedro Sánchez se sentaba, con toda la prudencia, claro, pero también con la energía propia de un inicio de gestión, ahora nos encaminamos a la segunda parte de la legislatura, vivida bajo el signo de la amenaza que la suma de PP y Vox alcance la mayoría absoluta. En cambio, si por parte catalana JxCat trataba de reforzar la vía unilateral en vez de la acordada, ahora que la unilateralidad es más entelequia que nunca, el pulso de Junts ya no es contra el Gobierno central sino contra ERC. Y es que los herederos de Convergència solo pueden digerir el neoautonomismo, como en la pasada legislatura, si se llevan la parte del león de la Generalitat.