Diferencias Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Madrid, Madrid, me desesperas

Pobres madrileños, que no tienen la suerte de los catalanes, que estamos siempre pensando en algún nuevo agravio, real o inventado

Cibeles / ARCHIVO

Pasar un fin de semana en Madrid sirve para compadecer a los pobres madrileños, que ni están oprimidos ni nada. Uno sale de Catalunya, llega en tres horas a Madrid, y en cuanto se apea del tren en Atocha, se da cuenta de la desgracia que tienen en Madrid, con la gente riendo, saliendo a pasear, tomándose cañas, disfrutando de su ciudad, en fin, que no tienen la suerte de los catalanes, que estamos siempre pensando en algún nuevo agravio, real o inventado, qué más da, al que nos somete el Estado. Los catalanes suelen recogerse temprano en casa para que TV-3 les informe de cuán oprimidos viven, vale la pena gastarse millones en una televisión autonómica solo para que recuerde a los ciudadanos lo miserables que son, que, si no, capaz sería alguno de ser feliz, ni que fuera un rato. Me refiero a los catalanes auténticos, por supuesto, que es sabido que no faltan en esta tierra 'botiflers' y renegados que prefieren salir a tomar unas cañas que quedarse en casa fustigándose por la suerte de sus líderes, de su región o de algún huido de la justicia, como está mandado.