Nada era como lo que se prometía. No, esa internacionalización del ‘procés’, ese “el món ens mira”, esa UE que esperaba con avidez el momento de abrazar una Catalunya independiente no era lo que ahora vamos sabiendo por entregas. La última, esa mezcla de desvarío y servidumbre que destila la publicación de las idas y venidas de Josep Lluís Alay, jefe de la oficina de Carles Puigdemont, con personalidades rusas cercanas al Kremlin. “Nada de Nalvany” advirtió Alay. No, nada de mensajes a favor del líder opositor a Putin, no sea que enfademos a Moscú. Ni siquiera Puigdemont siguió la consigna de su delirante acólito.
Pros y contras Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
El país del Kremlin
Esa internacionalización del ‘procés’, ese “el món ens mira”, no era lo que ahora vamos sabiendo por entregas
Josep Lluis Alay llega a la Audiencia /
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