Fin de los peajes Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Sin saber qué hacer con las autopistas de peaje, medio siglo después

Lo terrorífico sería correr el riesgo del deterioro de estas vías, hasta el punto de convertirlas en sucedáneos indisociables del resto de la red, fomentando la igualdad en el mal servicio

Este es el momento en que se han levantado las barreras de los peajes en la AP-7 y la C-33 / ZML

Las concesiones de algunos tramos de autopista han caducado y no han sido renovadas, que no rescatadas, ahorrándose así el coste de las compensaciones. La mayoría de los gobernantes prefieren esperar a la recuperación del servicio a coste cero, excepto el vicepresidente de la Generalitat, aunque en su caso no tiene mérito porque pretende que pague el Estado, por supuesto. Todo llega y no precisamente de improviso, porque aceptando que veinte años no es nada para no enmendarle el verso a Gardel, cincuenta años tal vez fuera tiempo suficiente para que las empresas concesionarias obtuvieran su ganancia y alguno de los muchos gobiernos formados durante estas décadas hubiera previsto qué hacer al día siguiente de finalizar los contratos. Solo se cumplió la premisa del beneficio privado, por su parte las autoridades de todos los colores han exhibido en este asunto una pasividad sostenida que alcanza la dejadez, por mucha complejidad que conlleve el dilema.

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