Ultraderecha y antivacunas Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Medievalizantes y anárquicos

Durante la pandemia hemos oscilado entre dos polos, la necesidad de protección y el miedo de un exceso de protección

Un grupo de manifestantes contra el pasaporte covid aparta las vallas colocadas por la policía para prevenir su paso en Roma. / Guglielmo Mangiapane / Reuters

Hace unos días, Maurizio Molinari escribía en 'La Repubblica' que la pandemia había debilitado las corrientes populistas en Europa y en Estados Unidos porque había quedado demostrada "la necesidad de un Estado para defender la salud pública". Al mismo tiempo, sin embargo, advertía que el extremismo radical de derechas había encontrado en la protesta contra las vacunas una vía de recuperación de sus postulados. Es decir, a lo largo de los días que vivimos en tiempo de covid, hemos experimentado al menos dos movimientos sociológicos. La percepción creciente de un poder útil que, a pesar de las imposiciones o, justamente, por las restricciones impuestas (¡y por el esfuerzo sanitario!), nos tenía que salvar del peligro inminente y, tras las primeras olas mortíferas, en el momento de la previsión futura y de los contrafuegos en forma de vacuna, la idea de que este Estado no solo no era necesario, sino pernicioso.