Hace un año me estrenaba con la bicicleta en Barcelona. El pasado 23 de agosto me di de alta del Bicing. Cogí mi primera bici compartida un domingo caluroso y ensayé, con éxito, el recorrido que haría durante los siguientes meses para ir a trabajar. Sabía ir en bici pero nunca me había atrevido a hacerlo entre los coches y los peatones de las calles de Barcelona. Lo expliqué entonces en este mismo periódico, de hecho, el artículo pedía paciencia a los ciclistas más veteranos porque los noveles, que estos últimos meses hemos sido unos cuantos, quizá les complicaríamos la vida y les entorpeceríamos la marcha. No he sido la única que, con la pandemia, ha cambiado la manera de moverse. El aparcamiento para bicicletas del trabajo lo demuestra. No ha parado de crecer.
Movilidad urbana Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Un año en bicicleta
Conseguir un trozo de asfalto para la bicicleta todavía cuesta, se tiene que explicar y justificar demasiado
Ciclistas en Barcelona, en abril pasado. /
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