El retorno

Ligar en 2021 / El verano del ‘amorfyer’

Este prometía ser “el verano del amor” hasta que se cruzó la quinta ola. Vuelven a dispararse las ventas del Satisfyer. A estas alturas de pandemia, uno se siente al ligar como una madre intentando pronunciar Whatsapp

Humor Satisfyer

Hace meses que lo santificaron por Google: Santisfyer. Ya nadie se sorprende al avistar succionadores de clítoris con aureola o apurando sobre la almohada el pitillo de después. “Para cuándo el Día del Satisfyer”, lleva tiempo reclamándolo indignado el Satisfyer tuitero. Tras más de nueve meses de pandemia, ya hay hasta quien les encuentra parecidos razonables con algún recién nacido.

Los juguetitos eróticos vuelven a multiplicarse a lo plaga bíblica. “En cuanto hay noticias de brotes y confinamientos –es matemático-, se disparan las ventas en los sex shops”. Lo confirmó recientemente el Cuaderno de El Periódico. Este prometía ser “el verano del amor” hasta que se cruzó la quinta ola. Parece que se impone el verano del ‘amorfyer’.

'2021, una odisea de ir despacio'

Vamos mejorando. El año pasado lo más cercano a un orgasmo era conseguir papel higiénico de doble capa. A estas alturas de incertidumbre, uno se siente al ligar como una madre intentando pronunciar Whatsapp. Hay quien lo ha resumido a lo 'remake' peliculero: “2021, una odisea de ir despacio”.

¿Quién nos lo iba a decir? Ahora mismo hay más probabilidades de revivir un dinosaurio que de ligar en una discoteca. La relación más íntima que ha tenido en el último año cualquier soltero estándar ha sido con Siri. Poco nos falta para convertirnos en una noticia de 'El Mundo Today': “Una pareja pospone una hora y media el coito para leer detenidamente las instrucciones de los preservativos”. El Satisfyer, la Roomba y Netflix están acabando con nuestro instinto reproductor. 

Decían que de esta saldríamos mejores. Pero quien lo dijo nunca entró en Tinder. Las 'apps' de citas son como una sesión de control del Congreso: en cuanto bajas la guardia, te la intentan meter doblada. “Hola, bonitos zapatos, ¿follamos?” (sic). Luego están los mensajes de “haber si nos vemos”. Las faltas de ortografía están arruinando más citas que el “¿estudias o trabajas?”. Es cuestión de vida o muerte que saquen un 'Vacaciones Santillana' para ligar.

El nuevo Cupido

Hace tiempo que el ligoteo virtual se mudó a una red neutral: Instagram. Ya antes del covid la llamaban “el nuevo Cupido”. Por internet se encuentran más manuales de cómo ligar en esta red social que test de paternidad de Julio Iglesias. Sí, y también circulan miles de “frases para romper el hielo” que solo servirían en el 'Titanic': “Bueno, aquí estoy, ¿cuáles eran tus otros dos deseos?”. No acabará con la humanidad ni un meteorito ni el cambio climático, no, sino la ineptitud para ligar tirando del copiar-pegar.

Antes, para tener éxito en una cita bastaba con un buen rímel. Ahora necesitas más desinfección que si quedaras con el mayordomo de Tenn. ¿Que cómo se liga ahora cara a cara? Como si tuvieras la cita con tu madre: hola, codazo, has estado de fiesta, ¿no?, ¿y con cuánta gente quedaste ayer?, oye, esa tos no me gusta nada, hazte el test de antígenos rápido que se le van las vitaminas.

Pero algo hemos aprendido este año: vayas donde vayas, lleva siempre un par de rebequitas, que uno nunca sabe cuándo va a tener que cambiarse de chaqueta. Mira a Toni Cantó.