La revolución de mentira Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Crónicas del exilio en Cala Montgó (3)

En Catalunya, hasta el más tonto ha sabido desde el inicio que lo de la independencia va de repartirse cargos y sueldos, pero Cotarelo, pobre hombre, igual de verdad creyó en el lacismo

Ramón Cotarelo.

Sigo en el exilio. La dureza de la vida de todo exiliado (verbigracia, el Vivales) la suaviza que llevo vistas más nalgas hoy que en los 57 veranos anteriores, benditas sean las modas en vestidos de baño. Incluso creo ver, no lejos de mi porción de arena, a Cotarelo en tanga, hasta que advierto con alivio que no, que se trata de una viejecita empeñada en demostrar que las modas no son solo cosa de jovencitas.