El pasado 24 de julio, el presidente nacional del Partido Popular, Pablo Casado, se lució en el peor de los sentidos en su discurso de clausura del congreso regional de su partido en las Islas Baleares. En un pasaje de acerada defensa de la "libertad lingüística", que se puede no compartir pero que resulta razonable, a Casado se le ocurrió decir a los baleares "que no habláis catalán; habláis mallorquín, habláis menorquín, habláis ibicenco, habláis formenterés". Es posible que la frase fuese una improvisación del momento (la pista nos la da el neologismo "formenterés" en lugar de "formenterano"). Improvisada o no, lo cierto es que la frase de Casado es un desafío al sentido común, a la ley e incluso a su propio partido.
Polémica lingüística Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
La tontería de Casado
La frase del líder del PP sobre la lengua que se habla en Balears es un desafío al sentido común, a la ley e incluso a su propio partido
El presidente del PP, Pablo Casado, en un acto del partido en Galicia, el pasado 17 de julio.
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