Una cita polémica

No, no sirven las conferencias de presidentes

Son una simple excusa retardataria para no coger el toro por los cuernos y encarar de una vez esa reforma del Senado que tenemos pendiente desde la transición

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe en la Moncloa al ’president’ de la Generalitat, Pere Aragonès, el pasado 29 de junio. / EUROPA PRESS / R. RUBIO

Volvemos a la cantinela de las conferencias de presidentes a las que no desean asistir algunos de los convocados, con el de Catalunya a la cabeza. Pedro Sánchez intenta utilizar este órgano de cooperación y coordinación entre la Administración central y las autonomías pero choca con varios obstáculos, como la lógica preferencia de las comunidades autónomas por las reuniones bilaterales de alto nivel –más operativas de cara a sus problemas concretos– así como por su tendencia a rehuir convocatorias globales en las que tienen pocas posibilidades de incluir sus temas más urgentes. Sin ánimo de caricaturizar, son citas en las que Pedro Sánchez decide que se hablará de esto o aquello y estarán contaminadas por los apoyos que se suelen prestar entre sí las diversas comunidades presididas por socialistas o populares. Ni siquiera ante cuestiones tan delicadas como el covid o qué tipo de recortes de libertades públicas son idóneas para esas emergencias ha existido fluidez. El modelo de reunión determina que cada autonomía defienda su conveniencia particular y su imagen, su sensación de poder. Nuestra España plurinacional no ha desarrollado ninguna cultura operativa de corresponsabilidad: la Administración central siempre se ha reservado el papel protagonista de conciliar a las comunidades autónomas e imponer lo que desde su punto de vista les conviene. Van pasando los años sin que estructuremos nada que sea más objetivo, más justo y más participativo.