Amenazas en Europa Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Sin líneas rojas no hay democracia

En el pasado, la entrada en la UE era señal de consolidación democrática. Las conquistas de la libertad no tenían marcha atrás. Pero aquel sueño heredado del fin de la Guerra Fría se ha nublado bastante

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán. / ARIS OIKONOMOU / AFP

Cuando se cruzan las líneas rojas se deberían encender las alarmas, incluidas las de los más fervorosos militantes, fans y dirigentes de los partidos. Se puede discrepar de casi todo, pero no deberían entrar en la coctelera de la lucha partidista las amenazas a los derechos fundamentales. La polarización y la sistemática reducción de los espacios compartidos alimenta monstruos indomables.