El desafío independentista Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

El nuevo Gobierno y la carpeta catalana

Nada invita a pensar que los dos socios del Govern vayan a modificar por el momento su posición respecto al diálogo con el Gobierno central

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ’president’, Pere Aragonès, se dirigen a su reunión en la Moncloa el 29 de junio. / DAVID CASTRO

El independentismo ha encajado la remodelación del Gobierno de Pedro Sánchez con la misma sorpresa que el resto de fuerzas políticas. O más. No resulta difícil imaginar a Pere Aragonès dedicando el domingo a escrutar indicios que le permitan concluir si las cosas están mejor o peor que antes del rediseño del Gobierno, de acuerdo con la hoja de ruta de Esquerra Republicana. Lejos de estos matices, Carles Puigdemont optó por pasar el domingo en Cortrique, para celebrar la batalla de las Espuelas de Oro en la que los flamencos derrotaron a los franceses y se quedaron con sus estandartes y sus preciadas espuelas. Una manera de decir, por la socorrida vía de los gestos simbólicos, que ningún gobierno del PSOE aportará a la mesa de diálogo nada que convenga considerar.