Una gran carencia catalana, desde hace años, es la falta de diálogo interno. Hay pues que valorar bien el encuentro de Waterloo entre los dos referentes -Oriol Junqueras y Carles Puigdemont- del segundo y el tercer partido catalán. Más cuando la cita era obligada para que la coalición de la Generalitat tuviera alguna credibilidad. Y que Junqueras, recién salido de la cárcel, y Carles Puigdemont, en el exilio, se reencontraran tras casi cuatro años también despertaba interés.
La nota Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Waterloo incompleto
Está bien que Puigdemont y Junqueras se vean, pero igual que los indultos eran necesarios convendría que ambos se explicaran sobre la DUI
Junqueras y Puigdemont, en Waterloo. /
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