El ‘podcast’ está salvando, actualizando y amplificando la conversación sobre cine. Sin desmerecer el trabajo realizado por medios especializados y desde lo académico, los ‘podcasts’ se han convertido en un espacio fundamental para el estudio, el análisis y la discusión sobre cine y televisión. Y parte de su importancia se debe a la naturaleza popular de un formato que, en la mayoría de los casos, se distingue por su accesibilidad: los ‘podcasts’ son normalmente gratuitos, puedes escucharlos cuando quieras y suelen tener un tono cercano. Publicado el pasado martes, el episodio de ‘The Joe Rogan Experience’ con Quentin Tarantino, una conversación de 173 minutos, lleva toda la semana alimentando titulares, reflexiones y controversias en medios de comunicación y redes. No todas las noticias y comentarios sacados de esa charla son sobre cine, pero sí muchos. Obviamente, los ‘podcasts’ no han aparecido ahora por arte de magia. Aunque es cierto que en España parece que los hayamos descubierto hace dos días (algo injusto para ‘podcasters’ autóctonos que llevan muchos años dedicándose), la tradición en otros países, sobre todo en Estados Unidos, es longeva. Pero es verdad que cada vez se amplían más su radio de acción, popularidad e influencia.