La factura independentista

Llegó la hora de pagar la gran broma

Parece ser que al Tribunal de Cuentas –hay que ver qué poco sentido del humor tienen en Madrid– no le gusta que el coste de la broma repercuta en todos los catalanes, incluso en los que no jugaban

tribunal de cuentas

Ahora lo que se lleva es decir que la Republiqueta fue una broma que España no entendió, es sabido que el humor catalán es muy especial. Pero yo recuerdo la época en que nos repetían que en 18 meses justos, in, inde, independientes. En aquellos tiempos, cualquier lacista tenía siempre un gráfico a mano en el cual constaban detallados todos los pasos a seguir hasta que, ale-hop, al cabo de 18 meses clavados, Catalunya se convertía en un nuevo Estado, no en cualquiera, sino en el mejor.