Arquitectura

La Bauhaus, madurando al sol

La mítica escuela alemana, que tuvo su inspiración en Barcelona, ahora debe renacer latinizada

Exposición con motivo del centenario del movimiento Bauhaus, hace dos años en Alemania. / JENS MEYER / AP

Casi nadie sabe que Walter Gropius se inspiró en Barcelona para la creación de la mítica escuela alemana de la Bauhaus. Me lo contó el malogrado arquitecto David Mackay (socio de Bohigas y Martorell en MBM) a finales de los años 80. Él había tenido la oportunidad de charlar con el maestro Gropius en un encuentro en la Universidad de Harvard, donde se había instalado en su exilio americano, escapando de los nazis. Allí le refirió que le había causado gran impacto en Barcelona la visita a un gran taller de artes aplicadas para la arquitectura. Le había servido para su programa fundacional de la Bauhaus en 1919. Efectivamente, el joven Gropius, recién acabada la carrera, viajó por Europa recalando en Barcelona en 1907, con apenas 23 años, donde visitó el Castell dels Tres Dragons. Así se conoce el edificio del café restaurante del parque de la Ciutadella, actual archivo del Museo de Ciencias Naturales. Allí se ubicaba un taller obrador con artesanos del hierro forjado, fundición de bronce, cerámica y alicatado, repujado, carpintería, y otras artes aplicadas. Lo había creado el propio arquitecto del edificio, LLuís Domènech i Montaner, junto a Antoni Maria Gallissà, y trabajaban en ese momento para obras como el Palau de la Música.

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