Deriva antidemocrática

Nicaragua, otra vez

Todo indica que las elecciones serán un plebiscito autoritario para afianzar a Ortega y a su esposa, en la construcción de un régimen dictatorial de naturaleza familiar, cleptómana y represora

Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, en una imagen de archivo. / EFE

El primer artículo de opinión que escribí en EL PERIÓDICO fue sobre Nicaragua. Apareció el día 14 de octubre de 2010 y se titulaba “Nicaragua ya no es lo que era”. En dicho texto se señalaba que el Gobierno de Ortega empezaba una deriva autoritaria, si bien en ese período el FSLN no tenía el control de la Asamblea Nacional ni la mayoría de alcaldías del país. Desde entonces hasta hoy, Daniel Ortega y su mujer Rosario Murillo (hoy vicepresidenta de la República) han laminado cualquier atisbo de democracia y de contrapoder. Así las cosas, Ortega se ha presentado (y ganado) tres veces consecutivas a las elecciones para la presidencia de la República, a pesar de la prohibición expresa de la Constitución del país. Y todo indica que próximamente, el 7 de noviembre, Ortega volverá a concurrir en unas elecciones autoritarias, perpetuándose en el cargo.

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