Recomiendo con entusiasmo la lectura sosegada de Albert Soler, compañero de Diari de Girona al que también pueden leer en EL PERIÓDICO, ambos del grupo editorial Prensa Ibérica. Soler es gerundense y vive y trabaja, por tanto, en una de las zonas de Catalunya más activas del independentismo del lazo amarillo, cuna de Puigdemont, alias El Vivalessegún la terminología empleada por el columnista. Partiendo del hecho de que socavar el argumentario indepe constituye un inocente ejercicio de fogueo si se escribe desde Madrid y un riesgo manifiesto de verse envuelto en problemas si se hace desde Girona, Soler evidencia en cada publicación que la pluma es más poderosa que la espada. Desde la independencia periodística, les zurra a los lacistas porque es lo que tiene más a mano, pero no se corta en destapar las vergüenzas del resto de partidos, y es tanta su autoridad que la manada de trols de toda especie y condición que patrullan las redes sociales dispuestas a entrar en balacera a la menor provocación (del PP a Podemos, pasando por el PSOE) se lo piensa mucho antes de replicarle.
El PSOE y sus votantes
La dificultad de ser de izquierdas
Los socialistas llevan cuatro décadas haciendo comulgar a su parroquia con ruedas de molino: primero fue la OTAN, luego las puertas giratorias y ahora, los indultos
Pedro Sánchez, a su llegada al Consejo Europeo en Bruselas. /
Temas
Lo más visto
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Muere Carola Miró, la esposa del expresidente de la Generalitat Quim Torra
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona