Debate sobre Catalunya

Y después de los indultos, ¿qué?

Excarcelar a políticos y a activistas independentistas es condición necesaria pero no suficiente para empezar a normalizar la situación política en Catalunya después de años de excepcionalidad

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ’president’ de la Generalitat, Pere Aragonès, en el acto de entrega de la medalla de Foment, el pasado 7 de junio en Barcelona. / POOL MONCLOA / FERNANDO CALVO (EFE)

La concesión de indultos parciales a los políticos y activistas independentistas parece no tener marcha atrás. El Gobierno ha reconocido que podrían ser aprobados en Consejo de Ministros este mismo mes. Así pues, haciendo de la necesidad virtud -recordemos que en campaña electoral Pedro Sánchez abominaba de los indultos, no así dirigentes socialistas catalanes como Miquel Iceta o Salvador Illa- el Gobierno tomará una de las decisiones más trascendentales de la legislatura. Una decisión simbólica que tiene como objetivo trasladar a la opinión pública que el proceso soberanista ha acabado con la victoria de un Estado que se puede permitir ser generoso y que es necesario pasar página y abrir un nuevo tiempo político. Este es el argumento de utilidad pública, naturalmente determinado por el Gobierno, que es quien está legitimado para ello, aunque a nadie se le escapa que también hay argumentos de utilidad privada y que con esa decisión el ejecutivo tiene garantizada su continuidad.