Pros y contras

Vergüenza

La intolerancia de Hungría con la homosexualidad, como país miembro de la Unión Europea, es una vergüenza para los veintisiete Estados que la forman

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, abandona una cumbre presencial de la UE, en Bruselas en diciembre de 2020 / FRANCISCO SECO / POOL /EFE

La Hungría de Viktor Orbán ha prohibido hablar de homosexualidad en clase. Y la intolerancia estalla en una nube de metralla. Esquirlas para una infancia que crecerá con la herida del estigma. Un silencio impuesto que quedará pegado a la piel, sentenciando permanentemente que algo erróneo y vergonzoso ocurre en algunos cuerpos.