Indultos del 'procés'

Dale una oportunidad a la concordia

El indulto no garantiza nada. Pero no concederlo garantiza la nada. La pregunta no es si soluciona la cuestión, sino si merece la pena darnos la oportunidad para hacerlo

Pablo Casado atiende a Pedro Sánchez en el Congreso, en marzo pasado.

De nuevo se cumple una de las pautas más inexorables de la historia de España. Nada excita más el odio en este país que llamar a la concordia. Si pactar significa rendirse, como informó aquel funcionario de la embajada alemana para explicarle a Ángela Merkel cómo se las gastan aquí, concordar supone alta traición. Se paga con el escarnio público más feroz en la plaza más grande disponible.